Por Mel Landers | diciembre 3, 2024 | Categorías: Artículos, Escuela Latinoamericana de Áreas Protegidas
Controlar plagas ¿sin agroquímicos?
En el marco del Día Mundial del No Uso de Plaguicidas, es fundamental destacar las alternativas existentes para proteger cultivos, preservar la biodiversidad y proteger la salud humana.
El biólogo ambiental Mel Landers nos ofrece valiosas recomendaciones basadas en el Manejo Integrado de Plagas, un enfoque que prioriza prácticas ecológicas y reduce la dependencia de productos químicos.
¿Qué es el Manejo Integrado de Plagas?
El Manejo Integrado de Plagas consiste en seis pasos fundamentales que permiten un control de plagas eficiente de manera segura para el entorno y las personas:
1. Identificar correctamente las plagas y el daño que ocasionan.
2. Comprender el ciclo de vida y la biología de las plagas y las plantas afectadas.
3. Monitorear de forma continua las poblaciones de plagas.
4. Establecer umbrales de daño aceptables.
5. Elegir los métodos de control más adecuados.
6. Evaluar los resultados obtenidos.
De estos seis pasos, decidir los métodos de control correctos es la clave del éxito. Existen métodos de control preventivo y hay métodos de control reactivo. Hay tres categorías tácticas: Cultural, Física y Biológica.
Prevención: La Primera Línea de Defensa
Según Landers, un suelo saludable es clave para prevenir plagas y enfermedades. Suelos ricos en materia orgánica y microorganismos beneficiosos fortalecen las plantas, aumentando su resistencia natural.
Otra práctica importante es plantar diversidad de cultivos juntos para confundir y repeler insectos con los muchos olores que producen las diferentes especies, lo que dificulta la propagación de las plagas.
Controles Físicos: Soluciones Prácticas y Eficaces
El control físico más simple es la eliminación manual. La captura y eliminación de plagas se puede hacer mediante trampas adhesivas, de feromonas, de colores o de luz.
El uso de mantillo (mulch) para proteger el suelo y sus microorganismos beneficiosos también son estrategias sencillas pero efectivas.
Controles Biológicos: Naturaleza al Rescate
El control biológico es una herramienta poderosa que aprovecha la acción de organismos beneficiosos. Insectos como crisopas y mariquitas, junto con microorganismos como Bacillus thuringiensis, son aliados eficaces en la lucha contra plagas. Incluso plantas como las caléndulas contribuyen con exudados que combaten nematodos dañinos.
Controles culturales: Buenas Prácticas
La rotación de cultivos y la selección de variedades adaptadas localmente son fundamentales para reducir la incidencia de plagas y enfermedades transmitidas por el suelo.
Asegurarse de retirar plantas muertas, enfermas o infestadas ayuda a cortar el ciclo de vida de las plagas y evita que se propaguen al resto del cultivo.
Una práctica crucial que suele pasarse por alto es el saneamiento adecuado de utensilios, la limpieza de herramientas, zapatos, ropa y manos es una estrategia importante para el control de plagas.
Un Llamado a la Acción
Las recomendaciones del biólogo Mel Landers nos invitan a adoptar el Manejo Integrado de Plagas como una estrategia que protege los cultivos y la salud del planeta. En este Día Mundial del No Uso de Plaguicidas, reconozcamos que un futuro más saludable y resiliente comienza con prácticas agrícolas responsables.
El biólogo ambiental Mel Landers nos ofrece valiosas recomendaciones basadas en el Manejo Integrado de Plagas, un enfoque que prioriza prácticas ecológicas y reduce la dependencia de productos químicos.
¿Qué es el Manejo Integrado de Plagas?
El Manejo Integrado de Plagas consiste en seis pasos fundamentales que permiten un control de plagas eficiente de manera segura para el entorno y las personas:
1. Identificar correctamente las plagas y el daño que ocasionan.
2. Comprender el ciclo de vida y la biología de las plagas y las plantas afectadas.
3. Monitorear de forma continua las poblaciones de plagas.
4. Establecer umbrales de daño aceptables.
5. Elegir los métodos de control más adecuados.
6. Evaluar los resultados obtenidos.
De estos seis pasos, decidir los métodos de control correctos es la clave del éxito. Existen métodos de control preventivo y hay métodos de control reactivo. Hay tres categorías tácticas: Cultural, Física y Biológica.
Prevención: La Primera Línea de Defensa
Según Landers, un suelo saludable es clave para prevenir plagas y enfermedades. Suelos ricos en materia orgánica y microorganismos beneficiosos fortalecen las plantas, aumentando su resistencia natural.
Otra práctica importante es plantar diversidad de cultivos juntos para confundir y repeler insectos con los muchos olores que producen las diferentes especies, lo que dificulta la propagación de las plagas.
Controles Físicos: Soluciones Prácticas y Eficaces
El control físico más simple es la eliminación manual. La captura y eliminación de plagas se puede hacer mediante trampas adhesivas, de feromonas, de colores o de luz.
El uso de mantillo (mulch) para proteger el suelo y sus microorganismos beneficiosos también son estrategias sencillas pero efectivas.
Controles Biológicos: Naturaleza al Rescate
El control biológico es una herramienta poderosa que aprovecha la acción de organismos beneficiosos. Insectos como crisopas y mariquitas, junto con microorganismos como Bacillus thuringiensis, son aliados eficaces en la lucha contra plagas. Incluso plantas como las caléndulas contribuyen con exudados que combaten nematodos dañinos.
Controles culturales: Buenas Prácticas
La rotación de cultivos y la selección de variedades adaptadas localmente son fundamentales para reducir la incidencia de plagas y enfermedades transmitidas por el suelo.
Asegurarse de retirar plantas muertas, enfermas o infestadas ayuda a cortar el ciclo de vida de las plagas y evita que se propaguen al resto del cultivo.
Una práctica crucial que suele pasarse por alto es el saneamiento adecuado de utensilios, la limpieza de herramientas, zapatos, ropa y manos es una estrategia importante para el control de plagas.
Un Llamado a la Acción
Las recomendaciones del biólogo Mel Landers nos invitan a adoptar el Manejo Integrado de Plagas como una estrategia que protege los cultivos y la salud del planeta. En este Día Mundial del No Uso de Plaguicidas, reconozcamos que un futuro más saludable y resiliente comienza con prácticas agrícolas responsables.